Resumen
En este artículo se realiza una revisión de los conceptos que sustentan las actitudes del odontólogo frente a que el padre o la madre acompañe a su hijo dentro del consultorio o aguarde afuera, en sala de espera, a que éste termine su tratamiento. Se aportan argumentos que destacan los beneficios de que el binomio padre-hijo experimenten juntos la experiencia del tratamiento odontológico. Estos beneficios van desde mejorar la relación odontólogo-paciente hasta potenciar el rendimiento del odontólogo.(AU)